30 de noviembre de 2008

Portada de libro


Esto es lo que el abuelo pone al inicio de sus cuadernos de Poesías :

Si este libro se perdiere
como puede suceder
le suplico al que lo encuentre
me lo sepa devolver.

Si éste fuese largo de uñas
y de corto entendimiento
que se acuerde pronto y bien
del séptimo mandamiento.

Si no sabe de quién es
ahora se lo diré.
No es de cura ni de fraile
ni tampoco de un marqués.

Es de un pobre labrador
que trabaja para comer.

Es de León Querejazu
natural del pueblo de Alda
ayuntamiento del valle de Arana.

Provincia de Álava,
partido judicial de Vitoria.
Así que, señores, ya lo saben.

No hace falta más explicación
para su pronta devolución.

Ah, y ya saben ustedes
que Vitoria-Gasteiz
es la capital de Euskadi
-llamado también País Vasco-.

Así Vivían Nuestras Madres y Abuelas


Dedicado a Gregoria Ruiz de Eguino

¡Cuánto han cambiado los tiempos
y obligaciones aquéllas
de ir a lavar al arroyo
llevando la ropa a cuestas!

Lavarla y echarla al sol
sobre la tupida hierba
para que se blanqueara
regándola con frecuencia.

Otras veces, a los hornos,
el escriño en la cabeza
y van a cocer el pan
que amasaban en la artesa.

O camino de la fuente
el cántaro en la cadera
y en la otra cadera el niño
que no dormía la siesta.

Pues no había cochecitos
ni cuartos para niñeras
y cada mujer tenía
de niños media docena.

Digo por término medio
y no me paso en la cuenta.
¡Qué mujeres las de antaño!
¡Cuánta lucha! ¡Cuánta entrega!

Para sacar la familia
a veces con tanta miseria
de no tener para el hijo
ni un trozo de pan siquiera.

Pero siempre confiaban
en Dios y su providencia
el que mantiene a las aves
que no siembran ni cosechan.

¡Y quién a los lirios viste
con más galas que la ciencia!
Hoy han cambiado los tiempos
y las labores aquéllas.

¿Quién no tiene lavadora
automática de esas
que lavan y dan blancura
y dejan la ropa seca?

El frigorífico lleno
y colmada la dispensa
y por supuesto pan tierno
que lo duro lo desechan.

A pesar de la abundancia
no nacen niños apenas.
¡Se dice que es sacrificio
en esta vida moderna!

Que no hay que traer el agua
ni amasar pan en la artesa
ni que lavar los pañales
ni dar a los niños teta.

Pañales de pon y tira
Se ofrecen en cualquier tienda
Y en la farmacia productos
Como la leche materna.

Y por supuesto, el dinero,
en ningún medio escasea.
Se habla de sacrificio
cuando la abundancia atesta.

Cuánto hay que agradecer
a aquellas madres y abuelas,
a aquella mujer de antaño
tal vez por no ser moderna.

Cuántos debemos la vida
al sacrificio de ellas.
Una madre es una madre
con abundancia o sin ella.

Pero la de la abundancia
no sabe el sufrir de aquélla
que un niño le pide pan
cuando no hay pan en la artesa.

El Abuelo


Voy a decir para ustedes
con cariño y humildad
una corta poesía
basada en la realidad.

Recuerdo que siendo pequeño
igual que todos ustedes
teníamos gran respeto
sin tener tantos placeres.

Entonces era sagrado
contestar a los mayores
que con mucha educación
cumplíamos los menores.

Fuimos muy poco al colegio,
hay que decir la verdad,
pero sí nos enseñaron
a tener que respetar.

Ahora, estudian muchos años,
tienen que tener cultura,
pero tocante al respeto
no hay ninguna asignatura.

Y debieron de tenerla
según los profesores
pues bien merece un suspenso
quien contesta a los mayores.

Los hijos deben ser hijos
aunque sobrados de potencia,
los padres deben ser padres
por muchos años que tengan.

No hay cosa para los padres
que cause tanto placer
que los respeten sus hijos
por muy crecidos que estén.

Se encuentran entusiasmados
llenos de felicidad
pero si ven lo contrario
lloran en su soledad.

Se encuentran acobardados
constantemente sufriendo
pidiendo con ansiedad
que los lleve el padre eterno.

Y esto es triste y doloroso
y más que nada inhumano
al no encontrar cariño
al llegar a ser anciano.

Los nietos a los abuelos
los quieren cuando son niños
pero según van creciendo
se va mermando el cariño.

Cabizbajo y dolorido
se queda solo el abuelo
llorando gotas de sangre
sin tener ningún consuelo.

Por la mañana temprano
dicen muy fuerte y sin duelo,
no hay quien duerma en esta casa
por las toses del abuelo.

A muchos abuelos les pasa
todo lo que estoy diciendo,
que Dios se lo tenga en cuenta
lo mucho que están sufriendo.

Y me despido de ustedes
con lágrimas en la vista
y os doy un fuerte abrazo
a todos los pensionistas.

Más sabe el viejo
con su experiencia
que el joven
con su ciencia.

Los años no pasan en balde
por eso la experiencia
es la madre de la ciencia.

Por eso
cuando un anciano se muere
se quema una biblioteca.

El Abuelo y su Rosario


Jo, qué rollo es el abuelo.
El abuelo es un pelmazo,
No nos deja ni vivir
Con su dichoso rosario.

No podemos ver la tele,
ni jugar con los amigos,
ni nos deja oir la radio.

Dice que son diez minutos.
Hay que rezar el rosario.

Y que enseguida acabamos
...y nos quita media hora
con padrenuestros y cantos.

Dice que en sus buenos tiempos
en familia lo rezábamos
en su casa y en las otras
después de tocar el ángelus.

¡Si ahora no se oyen campanas,
Sólo bombas y petardos
Cuando es la fiesta del pueblo,
Cuando hay vaquillas y gallos!

Si vienen a jugar los amigos
nos hace a todos sentarnos,
¡y, a callar! Para rezar el rosario.

Qué rollazo es el abuelo,
sólo quiere dominarnos.

Hasta aquí opinan los nietos.
¿Y la madre?

Si escuchamos
oiremos lo que dice
con acento incomodado.

Tienen razón los chiquillos,
el abuelo es un pelmazo.

A los niños hay que darles
después de hacer los deberes,
como expansión, un buen rato.

A nosotros, los mayores,
no nos pilla,
y los pobres inocentes
son los que pagan el pato.

Con sus chocheces de viejo,
Con su dichoso rosario.

Rafa, Jaimito no come.
Rafa, Jaimito está malo.
¡Dios mío!, si tiene fiebre,
mucha fiebre, ¡Cielo Santo!

Llamar al doctor.
¿Qué dice?
Que es una infección muy fuerte,
que va a hacer falta ingresarlo.

Rafa, yo estoy muy nerviosa
si al niño le pasa algo.
Calla mujer. Dios hará
Que no sea para tanto.

Esta noche por de pronto
Tendremos que vigilarlo.
A ver cómo evoluciona.

¿Y dices que Dios hará?
Tengo una idea: el rosario.
Llama al abuelo que está
ahora mismo en su cuarto.

Dile que lo traiga pronto.
Sí, el que tiene colgado
de un clavo en su cabecera.

Que si todos lo rezamos
Con devoción,
Quizá no haya que ingresarlo.

El rosario se rezó
y Jaimito se ha curado.

¿Fue el rosario,
fue la Virgen,
fue la Fé
lo que obró este milagro?

A la Provincia de Alava


La antigua y noble Vasconia
hoy provincias vascongadas
en uno de sus extremos
Álava se halla situada.

Al sur linda con Logroño,
por el este con Navarra,
con Burgos por el oeste,
norte Guipúzcoa y Vizcaya.

Su capital es Vitoria
situada en una llanura
sin murallas ni castillos
con guarnición cual si alguna.

Tiene calles anchas y limpias
con sus espaciosas plazas,
paseos, jardines, huertas
que embellecen sus entradas.

Obispado, seminario,
audiencia, diputación,
zona de reclutamiento,
gobierno, delegación.

Ayuntamiento, teatro,
correos, plaza de toros,
cafés, bancos, giro mutuo
y varias cajas de ahorros.

Varios grupos escolares,
dos vías con estación.
Tiene cárcel e instituto
y juzgado de instrucción.

De instrucción pública, junta,
catedral en construcción,
cuarteles de todas armas,
general, gobernador.

Hospital militar, civil,
intendencia militar
y otras varias dependencias
propias de una capital.

El hermoso campo de Lakua
con su escuela de aviación,
la que dice al forastero:
soy primera en la nación.

Dan luz y vida a la industria,
saltos de agua de gran fuerza.
Hay teléfonos, telégrafos
y espaciosas carreteras.

Automóviles lujosos
que cruzan por todas ellas
y completan su servicio
dos hermosas vías férreas.

Se celebran romerías
en los distintos santuarios
donde devotos acuden
todos los pueblos cercanos.

La Virgen de Angosto de Oro,
Santa Teodosia, La Encina,
y nuestra señora de Estibalitz
honrada por la provincia.

Más de 92 villas
dan belleza a la provincia.
Entre ellas Oion, Laguardia,
Salvatierra y Alegría.

Maestu, San Vicente Arana,
Arluzea, Salinillas,
Barriobusto, Baños de Ebro,
Markinez, Berantevilla.

Lapuebla, La Barca, Lera,
Arzeniaga, Navaridas,
Kripan, Bernedo, Contrasta,
Iekora, Elbillar, Murgia.

Bergenda, Puentelara,
Aldo Berganzo, Antoñana,
Billarreal, Foronda, El Burgo,
Mendoza, Urturi y Kintana.

Y otros pueblos importantes
que sin títulos de villa
como Amurrio, Llodio, Okendo,
orgullecen la provincia.

Menegarai, Respaldiza,
Espejo, Llantero, Araia,
y el valle de Aramaiona
con su gran barrio de Ibarra.

Tiene aldeas pintorescas
como las de Ali y Gobeo,
Elorriaga, Askartza, Arkaute,
Lagrania y Modelo en medio.

La fertilizan sus campos
con sus cristalinas aguas
los ríos Nervión, Okendo,
Omezillo, Aiuda, Baias.

Ega, Santa Engratzia,
Zadorra, Jakundia y Balla
y el Ebro más caudaloso
toda la parte sur baña.

Produce trigo, centeno,
avena, maíz, cebada,
lino, cáñamo, judías,
tomates, peras, manzanas.

Habas, guisantes, lentejas,
pimientos, berzas, patatas,
ciruelas, aceite y vino,
cerezas, nueces, castañas.

A las llanuras y valles
coronan altas montañas
entre ellas Toloño, Albertia,
San Adrián, Anboto, Udala.

Pasagarri, Entzia, Gorbea,
Arlaban, Kodes, Urbasa,
El Coto, Zaboibi, Izkiz,
Vitoria y Sierra Salvada.

En cuyos montes se cría
mucho ganado lanar,
cabrío, cerdo, vacuno,
mular, asnal, caballar.

Minas de asfalto, carbón,
calamina, plomo, hierro,
manganeso, zinc, azufre,
preciosos mármoles negros.

La industria está adelantada.
Hay fábricas de bujías,
velas, jabones, azúcar,
refrescos, confiterías.

Naipes, maquinaria agrícola,
pirotecnia, armas de juego,
curtidos, teja, ladrillo
y fundiciones de hierro.

Camas, mesillas de noche,
sillas, armarios roperos,
y para muebles de lujo
Vitoria siempre el primero.

El carácter alavés
es vivo, sobrio, prudente,
noble, cariñoso, franco,
activo, muy diligente.

Idolatra sus costumbres,
Sus creencias religiosas
Y con la ayuda de Dios
Álava será dichosa.
¡Señoras y señores, he dicho!
¡Ah, y muchas gracias por su atención!

A la Hermandad de Donantes de Sangre



Soy un poeta ignorado.
quiero ver la luz del día
pues cuando estoy inspirado
yo puedo hacer poesías.

Y tengo algunas muy buenas
según mis admiradores,
en unas, cuento mis penas,
en otras, hablo de amores.

Hoy mis versos los dedico
a la hermandad de donantes
porque son lo mejorcito
-eso lo sabía de antes-.

Pues vosotros, compañeros,
dais vuestra sangre bendita
y no lo dais por dinero,
sólo a quien lo necesita.

Aunque éste sea un mendigo,
pudiente o adinerado,
si la necesita, digo,
es más que justificado.

Hoy quiero felicitaros
como la gran mayoría
y también quiero animaros
a seguir dando alegría.

Y os deseo con honores
muy felices navidades
porque sois merecedores
de inmensas felicidades.

Las Fiestas del Valle


Una de las grandes cosas
de la montaña alavesa
es ver cuatro pueblos juntos
como celebran las fiestas.

Entre dos grandes montañas,
Sierra de Entzia y Arlaba,
cuatro pueblos con sus campos
forman el valle de Arana.

Hay muchos que lo conocen,
para otros es desconocido
un paisaje tan hermoso
no puede estar escondido.

Antes era diferente,
había grandes familias,
por eso los cuatro pueblos
formarán cuatro cuadrillas.

La juventud se nos va,
los pueblos se van vaciando,
los que se quedan aquí
se juntan y dan la mano.

Las tristezas y alegrías
e inquietudes, las comparten.
por eso, una vez al año,
hacen fiesta del valle.

Una fiesta muy amena
está llena de alegrías.
empieza por los mayores
con una buena comida.

A la mañana siguiente
los cánticos de la aurora,
despiertan los cuatro pueblos,
diciéndoles que ya es hora.

Se preparan, van a misa,
y lo hacen con devoción.
Y los cuatro pueblos juntos
le dan las gracias a Dios.

Hay juegos para chavales
y partidos de pelota,
verbena para los jóvenes
y un coche que los transporta.

Santa Teodosia en lo alto
le sonríe a todo el valle
y le pide a Dios a diario
que a los cuatro pueblos guarde.

19 de noviembre de 2008

Señoras y Señores


Cuatro viudos y una viuda
y dos mocitos solteros
comemos y merendamos
y sin vergüenza ni miedo.

A los siete residentes
que estamos en este centro
se nos hace corto el tiempo
y es porque estamos contentos.

De vez en cuando nos llevan
a varios sitios de excursión
para que veamos muchas cosas
que antes no tuvimos ocasión.

Estamos muy agradecidos
aunque no lo demostremos.
Somos de pueblo, ¡y tan cortos!
Aunque ya lo reconocemos.

Ochenta y ocho años tenemos
y doy muchas gracias a Dios
porque otros mucho más jóvenes
se encuentran peor que yo.

* * *

Marisol, como tú sabes,
el día que venía la Paloma
apenas pude contestar.

No tenía palabras hechas
y no las podía fabricar.
Pasé mucha vergüenza
al no poder contestar.
A pesar de que sé cosas
del aquarium, La Concha y la mar.

San Sebastián tiene cosas
que no tiene el mundo entero:
La gran playa de La Concha
y el hermoso Paseo Nuevo.

Si otra vez vuelvo a Donosti
yo quisiera visitar:
el museo de San Telmo,
Igueldo y la catedral.

* * *

En el primer año de existencia
que lleva abierto este centro
dos compañeros han muerto
y siete quedamos dentro.

A Goya


Goya,

como tú bien sabes,

siempre te he querido,

y te quiero, y te querré.

Y por muchos años que viva,

nunca te olvidaré.


En el Funeral de Goya



Querida Goya:
Todos los que estamos aquí, sabíamos que tu vida se acortaba,que un conjunto de males te acosaba, noche y día,que los años pasaban su factura puntualmente.
Pero también sabíamos que no te rendías fácilmente.
Que luchabas.
Que sonreías.


Te has ido, Goya, con la misma discreción y dulzura con que ibas por la vida.Dando las gracias a todos. Amando a este pueblo. Hablando con Dios, cara a cara.Sacando sobresaliente en esperanza, de todas todas.


La muerte, es una cita muy seria, que nos llega a todos,y nos deja entre lágrimas y recuerdos, entre pena y dolor,y, a los creyentes, entre grumos de esperanza.Pero sólo es un fin de etapa. La carrera no se termina.


Has estado a punto de cumplir noventa años.
Sólo noventa.
Te vas demasiado pronto.
Agur Goya, nos dejas tus recuerdos, tu estilo, tu huella.
La alegría de haberte conocido, y un hueco imposible de llenar.


KARL RAHNER, el teólogo del Vaticano II, tiene unos versos hermosos que expresan bien este momento:


“Cuando los ángeles de la muerte hayan barrido todos los escombros fatuos -que nosotros llamamos historia- de los espacios de nuestro espíritu (aunque, naturalmente, quedará la auténtica esencia de la libertad realizada);


Cuando todas las estrellas de nuestros ideales, con los que osamos engalanar el cielo de nuestra existencia, se vayan extinguiendo hasta apagarse;


Cuando la muerte haya impuesto un vacío terriblemente silencioso, y nosotros, creyendo y esperando, la hayamos aceptado en silencio como auténtica esencia nuestra;


Y cuando después, en un terrible sobresalto de alegría indescriptible, se nos muestre que ese terrible vacío silencioso, que nosotros experimentamos como muerte, en realidad está inundado por el misterio original que llamamos Dios, por su luz pura, por un amor que todo lo toma y todo lo da;y cuando, después aún de ese misterio incomparable, aparezca el rostro de Cristo, el bendito, y nos mire -y esta concreción es la superación divina de toda nuestra aceptación auténtica de la incomprensibilidad del Dios incomparable- entonces, entonces yo no me atrevería a describir propiamente lo que vendrá, pero sí a señalarlo, balbuceando, como el que ahora puede esperar aquello que viene, mientras experimenta personalmente el naufragio de la muerte como el comienzo de lo que viene.


Ochenta y ocho años son un tramo largo y corto al mismo tiempo. Para cada uno, el tiempo de la vida, que se le ha concedido, es el breve instante a través del cual se transforma en aquello que será”.


Felicidades, Goya, por tu triunfo, por tu victoria sobre el balcón de la muerte.


Zorionak, Goya, izeba maitea,
bihotz bihotzez.


(11-9-2003)

Pensamientos


No vayas a comulgar
con el corazón manchado
porque Cristo te dirá
apártate de mi lado.

Devolviendo bienes por agravios
negocian los hombres sabios.

El que dice la verdad
avergüenza al diablo.

El que devuelve bien por mal
clava al demonio un puñal.

Si uno devuelve mal por bien
no se alejará la desdicha de él.

Dios no nos quiere
porque seamos buenos
sino porque Él es bueno.

Lo presente dura tan poco
que ya es pasado cuando lo nombro.


Ojos que lo vieron
y nunca lo verán volver.

El hoy está aquí
el mañana ¿quién lo verá?


Sin cruz en el suelo
nadie va al cielo.

Más hace el que quiere
que el que puede.

Aprovecha bien el año
con ardiente y santo celo
sabiendo qué es un peldaño
que te acerca más al cielo.

La Pascua se va y se viene
se va se viene y se va,
y nosotros nos iremos
y no volveremos más.

La conciencia es a la vez
testigo, fiscal y juez.

Odia al delito
y compadece al delincuente.

El que para pobre está alistado
lo mismo es que corra
o que se esté sentado.

Donde está tu tesoro
allí está tu corazón.

El que dice la verdad
avergüenza al diablo.

Los hijos que no quieren seguir
los consejos paternales
corren en pos de todos los males.

Ninguno es onza de oro
para ayudar a todos.

Más sabe el viejo con su experiencia
que el joven con su ciencia.

Los años no pasan en balde
por eso la experiencia
es la madre de la ciencia.

Fácilmente, se piensa mal
de aquel a quien se le quiere mal.


El que cubre un delito
se gana una amistad.

La salud y la libertad
se valoran cuando se pierden.


Piensa el ladrón
que todos son de su opinión.


Entre santo y santo
Pared de cal y canto.

No hay crimen en el mundo
que se oculte
Aunque la tierra
todo lo sepulte.

El oro, que compra la salud,
nunca puede considerarse
mal empleado.

En los casos de duda
es mejor decir poco
que demasiado.


Los pecados contra el sexto
son siempre mortales.

Debemos acostumbrarnos
a decir y escuchar
sólo la verdad.

El que va descalzo
que no plante espinas.

El trabajo es el padre
de la gloria y la libertad.

Santa Teresa decía:
un santo triste es un triste santo.

Saludo.
Buenos días nos dé Dios.
Despedida.
Hasta mañana si Dios quiere.

Nadie es profeta en su tierra.

Amar a quien nos ama es de hombres.
Amar a quien no nos ama es de generosos.
Amar a quien nos odia es de cristianos.


Creo en la vida eterna, Señor,
pero ayúdame en la incredulidad.


Cuando una cosa sale mal
lo importante no es averiguar
quién tiene la culpa
sino quién va a solucionar los problemas.

Hay que comer para vivir
y no vivir para comer.

El vivir en gracia de Dios
hasta la muerte
se llama perseverancia final.

Dijo Jesús:
el que persevere hasta el fine
se se salvará.


A un señor que murió
le pusieron esta inscripción:
aquí yace quien os espera.

Más curioso es rechazar la injuria callando
que superarla respondiendo.

Cuando un lobo
se empeña en tener razón,
pobre cordero.

Muchas veces
fue mejor tolerar
que vengarse.

Pide a Dios
que bendiga tu trabajo
pero no esperes que él te lo haga.

18 de noviembre de 2008

Radiestesia

Yo, León Querejazu, al ver en el periódico “El Pensamiento Navarro” una crónica escrita por el Sr. Cura de Egillor, sobre la Radiestesia, me he puesto muy alegre, porque yo hace 35 años, vi que obraba verderos milagros con los enfermos que acudían a él. Y, sobre todo, con mi mujer, que según el especialista de Vitoria, que le venía visitando durante un año y en este tiempo había perdido 20 kilos y no podía comer nada, todo lo devolvía con arcadas.
A mí me dijo el especialista: su señora no tiene remedio.
Entonces, yo me marché de casa, de esta forma, a buscar remedio.Había oído, que en un pueblo de Navarra, que se llamaba Egillor, había un curauraba a todos los desahuciados. Pero a mi nadie me decía en qué parte de Navarra se encontraba ese pueblo. ¡Y Navarra es grande!


Así que, salí una mañana de Alda, antes de amanecer, a pie, fui a Larraona y en el coche correo –que salía a las 8 de la mañana- bajé a Estella. Allí cogí un coche de línea –saqué billete hasta Pamplona-. Me recorrí todo Pamplona de punta a punta, y ni guardias ni policías ni nadie me daba razón.
Entonces, con la esperanza perdida, fui a la estación de autobús con intención de volver a casa. Eran las 5 de la tarde, estaban ya saliendo los autobuses, cada uno a su destino.
Pero me paré junto a una fila de viajeros que estaban sacando billete, y gracias a Dios, me fijé en una mujer anciana y la oí que pidió 2 billetes a Egillor. Me fijé más. La oí que le preguntó al taquillero ¿Cuánto es? Y el taquillero le respondió: a 6, 12 pesetas el suyo y el del nieto.
Entonces, me acerqué donde la anciana y le pregunté ¿Usted por casualidad es de Egillor? Y me dijo: No, Sr. ¿por qué la pregunta? Entonces le respondí que me había fijado que había sacado 2 billetes para Egillor.
Y me dijo: es que los de mi pueblo y los de Egillor nos bajamos en el mismo apeadero.
Entonces le dije yo: ¿en qué coche va Ud.? Y me respondió: en éste que va a salir enseguida.
Le dije que no conocía el terreno pero que quería ir a Egillor. Ella me dijo: saque el billete y venga, que aquí le espero. Así que con aquella mujer y en aquel autobús, yo encantado de la vida le comuniqué el motivo de mi viaje. Élla me contó muchos milagros que a mi me dio mucha alegría.
Nos apeamos juntos y me dijo: Ud., por este camino va a Egillor, y yo por este a mi pueblo. Así que yo fui a casa del Sr. Cura. Le llamo y sale a la puerta una Sra.
Le pregunto si está el Sr. Cura y me dice: pase Ud. A la cocina –que estaba cerca de la puerta-. Paso y me hace sentar en una silla junto a una mesa pequeña. Élla se sienta enfrente, al otro lado de la mesa. Abre el cajón de la mesa y saca una especie de postal que en vez de tener la foto de una persona normal era solamente un esqueleto.Entonces me preguntó: ¿Para cuántos viene Ud? Yo seguía callado, pero ella como si tuviera prisa me volvió a preguntar: le digo, a ver para cuántos viene Ud.
Yo le dije que para tres.
Ella me dijo: dígame el nombre de cada uno. Entonces le respondí: Julián Sáez – de Kontrasta- que fue quien me dijo que el cura de este pueblo curaba, pero no sabía dónde estaba este pueblo.
Bueno, al decirle al ama del cura el nombre de Julián Sáez de Contrasta, con la mano izquierda tenía la postal del esqueleto y en la derecha un péndulo. Cuando iba a recorrer el péndulo por el cuerpo para buscar la enfermedad, el péndulo se paró en la cabeza, y no se iba hacia abajo del cuerpo. Entonces, ella dejó las cosas de encima de la mesa, me mira a mí y me dice: este hombre está muy mal.
Yo le dije: No sé cómo estará pero ayer me junté con él en el campo y me mandó venir aquí. Entonces, volvió a coger la tarjeta y el péndulo y otra vez me dice: este hombre está muy mal.
A este hombre le han pasado las corrientes eléctricas y le han hecho mucho daño. Yo le dije: ¿se podrá curar? Me respondió: Sí cuando tome el medicamento que yo le voy a dar.


Luego me dijo: dígame otro nombre, a lo que respondí: Gregoria Ruiz de Eguino, mi mujer. Entonces élla, cogió la tarjeta y el péndulo, lo pone al par de la cabeza y lo baja hasta el vientre.
Yo le digo: ésta tiene úlcera.
¿Quién le ha dicho a Ud. que tiene úlcera? me responde.
Mire, desde hace un año le está tratando un especialista de Vitoria y todas las boticas que le receta son para úlcera, y me dice:
Pues yo le digo a Ud. Que no tiene úlcera y dentro de 8 días comerá alubias y tocino.
Entonces le dije yo, como en un año había perdido 20 kilos y cómo no podía pasar ni la leche, que todo lo que echaba a la boca lo devolvía con arcadas. Élla me veía a mí muy preocupado. Y me volvió a decir: no se apure, que dentro de 8 días estará completamente bien, comiendo de todo y que recuperará los kilos perdidos y que trabajará normal.
Entonces, le dije yo: a mí me recomendaron al Sr. cura. Y me dijo: es igual.
Y según estábamos hablando llegó el Sr. Cura. Venía de otro pueblo que estaban los albañiles arreglado la iglesia, y como era sacerdote de dos pueblos tenía que estar con los albañiles.
Luego, hablando con él me dijo lo mismo que la criada, y ,me decía cosas que yo no comprendía. Él me miró y me preguntó: ¿pero es que no cree Ud lo que le estoy diciendo?
Entonces, le dije yo:
Mire Ud., a mí me cuesta entender cómo puede saber Ud., cómo es mi mujer si no la ha visto nunca ni en fotografía.
Me dijo: muy bien, ahora dígame Ud. a mí qué tiene que hacer en su casa para oir Radio Requeté de Pamplona.Y yo le respondí: Tengo que saber dónde está esa emisora para correr la aguja hasta dicha frecuencia.
Él me dijo: muy bien. Pues así como Ud. busca la emisora, yo también tengo que saber dónde está su mujer para pensar en ella y por medio de ondas veo las enfermedades.
En resumidas cuentas que con los remedios que me dieron, hice lo que me mandaron y en 8 días se curó Goya sin salir de casa, como dijo el cura de Egillor.
Así que nunca le agradeceremos bastante.

El cura de Eguillor escribe sobre Radiestesia

Dice lo siguiente:
Se interesan y me piden con insistencia, amigos y conocidos, que hable de RADIESTESIA.
En particular, y sobre todo, en cuanto se refiere a la búsqueda de aguas subterráneas y a curaciones de enfermedades.
Debo confesar, ante todo, que no soy escritor ni mucho menos. Por eso, diré sencillamente lo que yo opino sobre la RADIESTESIA a la cual me dedico, como socio, de la Asociación de Radiestesistas, de Barcelona, a la búsqueda de aguas subterráneas, desde hace cuarenta y cinco años, y a la curación de enfermedades, desde hace 29 años.
Sé que todavía hay gente que se ríe de la RADIESTESIA y la considera algo así, como ceer en agüeros.


Que lo diga gente sencilla, se explica,pero que haya individuos que se tienen por científicos y se burlen de la RADIESTESIA no tiene justificación y merecen que se les trate de ignorantes, porque la RADIESTESIA es una ciencia.
Si ciencia es causa y efecto todo ello lo tenemos en la RADIESTESIA.
Como lo dice la misma palabra, Radiestesia, es captar las radiaciones de los cuerpos.
Todo radia en este mundo. La naturaleza respira, por así decirlo, emite ondas y esto lo hacen lo mismo los metales, las aguas, los petróleos y los órganos enfermos. En resumen, todo lo existente.
Tenemos por lo tanto, un aparato emisor, para captar esas ondas. Necesitamos el aparato rector. ¿Existe éste?¡Claro que sí! si es el sexto sentido.
El alma, la psiquis, el pensamiento ¿Cuál?
Diré con el catecismo de Astete:
Eso no me lo preguntes a mí, doctores tiene la ciencia que lo sabrán responder.
La RADIESTESIA se vale para captar las ondas, de las varillas y del péndulo.
Pero no porque éstas las reciban puesto que no son mas que manifestaciones del sexto sentido, que es el que recibe las radiaciones.
Por eso, el péndulo, lo mismo puede ser un reloj, una piedra o una llave, colgando de un hilo, es decir, un objeto que haga el oficio del péndulo.
Que es la cosa más sencilla, o más sensible. Y ahora viene la práctica. ¿Queremos buscar agua? Recorramos el lugar que deseamos.
Si hay corriente, la encontraremos, infaliblemente, a más o menos profundidad, por el movimiento del péndulo o varillas, transmitido por el receptor sexto sentido.


En cuanto a enfermedades, examinemos con el péndulo las diferentes partes del cuerpo, y allí donde un órgano esté enfermo manifestará el péndulo con sus oscilaciones.
Que nos expliquemos cómo puede ser esto ¿qué explicación tiene el teléfono?, ¿y el telégrafo?,¿y todas las comunicaciones que existen en el mundo?
Todo son ondas, emisor, receptor, sexto sentido.
En cuanto a curación de enfermedades, me atrevo a decir, que lo primero que hay que saber, es dónde radica la enfermedad, puesto que muchas veces puede verse, o sentirse los efectos.
Y, la causa, está otro lugar, y en este caso, se aplica el remedio a un órgano sano, que no lo necesita.
Y deja de aplicarse al órgano enfermo que espera la medicina.
A este respecto, viene a mi memoria la opinión de un médico famoso residente en Madrid, y con su hijo también médico, que investigan la curación del cáncer y cuyos nombres no recuerdo.
Decía así:
Creo que estamos en un error y que el cáncer viene de los nervios.
Entonces, yo dije para mí, creo que está en lo ciertoporque aunque no sepa mucho de ciencia, con el péndulo se ve, que, la mayoría de las enfermedades provienen de la columna, esto es, de los nervios. Y muchas veces de los alimentos que tomamos.
En cuanto a curaciones de enfermedades, medicinas pocas y todas exteriores, a base de compresas. Y éstas casi siempre a base de bicarbonato. ¿Y qué tiene el bicarbonato? No lo sé. Lo único que sé y puedo decir son las palabras de un sabio que decía que si hubiera dos dioses, uno en el cielo y otro en la tierra, el dios de la tierra debía ser el bicarbonato.
Concluyo diciendo, ojalá fuesen muchos, sobre todo médicos, que ejercitasen la Radiestesia, ya que es una ciencia que todos podemos poseerla, ya que a ninguno puede decirse que le falte ese sentido, más o menos perfecto.
En fin, queda satisfecho el deseo de mis compañeros y conocidos y perdonad si quizás me he extendido más de lo deseado.
Emeterio Eraso.
Sacerdote de Egillor.
Navarra.

Historia del Alto Pirineo

Soy un pobre labrador hace años jubilado, y tengo poca ciencia pero sí mucha experiencia. Para algo valen los años que no pasan en balde. Para que veáis, voy a contar una historia que pasó hace muchos años en un pueblo del Alto Pirineo y que yo no lo conocí, porque aún yo no había nacido. Sé que pasó por la cantidad de veces que lo oí contar. Como os lo cuento, os lo digo a vosotros.Es muy curioso Veáis.


Era un pueblo de lo más atrasado que os podéis imaginar. No tenían ninguna comodidad. Eran todos analfabetos. Sin ninguna clase de cultura. Eran como salvajes. Se reñían entre ellos por cualquier cosa. A veces había muertes violentas. Se robaban unos a otros. Maltrataban y violaban a las mujeres. Se dedicaban a la caza y a la pesca. También hacían algo de carbón de leña en el monte.
Ese pueblo en aquella época era independiente, no tenían tratos con otros pueblos. Ni los otros con ellos por la mala fama que tenían. Su mala fama llegó hasta el Gobierno de Madrid. O sea, hasta el Ministerio de Educación Nacional. Y allí, en el Ministerio, acordaron y conformaron en que el mismo Sr. Ministro fuese a visitar ese pueblo. Y, efectivamente, lo visitó, pero con tan mala suerte que tuvo que salir aprisa y herido, con mucha pena, por lo mal que encontró al pueblo.
Volvió.
Cuando llegó le recibieron muy mal. Como nadie sabía cómo había que tratarle, le recibieron con palabras muy mal sonantes, y con blasfemias, que al Sr. Ministro se le puso carne de gallina.
En medio de la calle tuvo que hablar. Con muy buenas palabras, porque casi temblaba de miedo viendo aquellas caras de brutos y mal hablados.
Les dijo y les ofreció que de parte del Gobierno de Madrid, en aquel mismo año, les harían una escuela para los niños, con vivienda para el maestro. Y completamente gratis para ellos. Les dijo: todos los gastos serán por cuenta del Gobierno. Cosa que a algunos les gustó, pero, otros, le tiraban piedras, diciéndole: márchate, márchate, que no nos haces falta.


Antes de marchar, les dijo, que, el estado corre con todos los gastos, y muchos de ustedes podrán trabajar de peones en las obras y ganarse unas buenas perras en los jornales, que creo no les vendrá mal.
Había muchas opiniones. Tantos síes como noes. Al final, se le acercaron tres o cuatro hombres, al parecer lo más entendidos, y le dijeron: Si el Gobierno paga todo nosotros conformes. Aquí mismo, en medio del pueblo, sobra sitio de 7 casas. Así que, aunque ellos discutían, unos querían y otros no. Al final, marchó el Sr. Ministro a Madrid con el consentimiento y el permiso para el Gobierno haría en aquel pueblo lo que quisiera. Con la condición de que a ellos no les pedieran ni molestaran para nada.
Al llegar, el Sr. ministro a Madrid a su ministerio, les expuso el caso de lo que pasaba en aquel pueblo que había visitado. Entonces, todos los miembros del ministerio vinieron de acuerdo y dijeron: hay que hacer algo por ese pueblo.
El ministro dijo: No solamente algo, Hay que hacer todo lo que se pueda. Yo, les he prometido y ofrecido que les haremos una escuela completamente gratis para ellos.
Así que mandaron a un arquitecto a hacer los planos y el presupuesto. Después, hablaron con varios contratistas de obras, y al que se comprometía a hacer la obra bien y en menos tiempo, se la encargaron.
Comenzaron los trabajos en agosto, y comprobaron que el contratista era bueno y activo, y que estaba acostumbrado a realizar obras para el estado. Así, en diez meses se concluyeron los trabajos. O sea, para el mes de junio ya terminó la obra.


Pero las ventanas le aconsejaron en Madrid, que las tuviera preparadas, pero que no las colocara hasta primeros de septiembre, para que el calor del verano secara bien la obra, y así estuviese en condiciones para el 15 de septiembre, fecha de comienzo del curso escolar.
A primeros de septiembre, llegó al pueblo con los albañiles que iban a poner las ventanas y cristales, también el Sr. maestro con su familia. Su mujer y dos hijos pequeños. Y durante un mes o más, tuvieron muchas dificultades con la gente del pueblo. No les querían hacer ningún favor y se reían de ellos, y claro, como no conocían a nadie, tuvieron muy malos principios.
El maestro era muy bueno, listo y trabajador, pero pequeño de estatura por lo que se mofaban de él. Pero eso sólo al principio, porque poco a poco, se fue haciendo amigos. Al principio de algunos y después de casi todos.
Al inicio, varias familias no mandaban a sus hijos a la escuela, pero los que acudían, cada día iban más contentos, porque el maestro los trataba con mucho cariño y les enseñaba mucho. Contándoles historias en forma de cuentos que a los niños les gustaban mucho. Todos le escuchaban con gran atención, y le empezaron a querer.
Pero la inmensa mayoría de los hombres, eran tan brutos, que si se juntaban en la calle con él, no le contestaban ni el saludo.
Mas a pesar de ser pequeño de estatura era inteligente y ya se las arregló para hacerse amigo del alcalde –que era uno de esos hombrachotes del norte, alto y fuerte, y que de un soplo podía hacer volar por los aires al maestro-.
Por eso, la gente, cuando los veía juntos se reía por la extraña pareja que hacían.


El maestro eral como un niño de primera comunión, y el alcalde, un hombrachón de 115 kilos de peso. Pero, cada día que se juntaban, se hacían más amigos. Con la gran diferencia, de que el alcalde en talento y sabiduría, nada de nada. Y el maestro era uno de esos que se llaman superdotados. Por tener una gran inteligencia.
Así que, el maestro, aprovechó esta amistad, para explicarle al alcalde las grandes ventajas que se puede conseguir con la educación. O lo que es lo mismo, con la instrucción.
Cada día, tenían las conferencias más largas, llegando a pasar el alcalde grandes ratos en casa del maestro. Y, éste, en casa del alcalde.
Esto, cuando hacía mal tiempo, porque cuando hacía bueno, iban al monte, que estaba muy cerca para que conociera el maestro cómo se hacía el carbón –que era lo único que no sabía el maestro-.
Como os podéis figurar, estos paseos y charlas, las aprovechaba el maestro para que el alcalde explicara al resto de los vecinos los temas de los que hablaban. Que no era ni más ni menos, que cosas en las que debían cambiar el pueblo. Como, costumbres malas que tenían, por otras mejores.
Ya a comienzos de noviembre, se reunían, junto al maestro y el alcalde, otros cinco o seis hombres más, y el maestro les dijo: señores, yo fui destinado a este pueblo por el Ministerio de Educación Nacional como maestro de primera enseñanza para los niños de este pueblo, pero yo veo que también Uds., los mayores, Uds. mismos, necesitan aprender muchas cosas. Sé que las necesitan.


He pensado, de que también Uds. podían venir a la escuela. No de día, sino de noche. Un par de horas cada día, en este tiempo de invierno, que, debido a la nieve, lluvia y frío, no trabajan en el monte.
Y si Uds. no quieren venir, porque ya son mayores, pueden venir sus hijos mozos, que son los que tienen más vida por delante, y pueden hacer mucho para que este pueblo se modernice y cambie para bien de todos ustedes, que yo sé que lo necesitan.
Entonces, empezó a hablar el alcalde, y dijo:
¡Qué cosas dice Ud. ¡Nosotros a la escuela como los chavales! ¿Y los mozos?. Ni pensar.
Pero, bueno, si se empeña, les podemos avisar a los mozos, mas no creo que los vea. ¡Cómo cree que van a dejar de ir a la taberna por ir a la escuela!
Uno de los presentes dijo:
Contento puede estar el maestro de que no vengan los mozos porque si les da por venir a todos ...¡pobre maestro! No se meta en esos líos. No se meta, porque un maestrillo como Ud. cree que en una sola escuela se va a poder defender con 33 mozos que tenemos en el pueblo.
Él les dijo:
No me lo pongan difícil, señores. No me lo pongan tan difícil, que nunca es tan fiero el león como lo pintan.
Le volvieron a decir:
Si Ud. no quiere líos, no se los busque, etc. etc. Con los mozos pocas bromas.
Él es dijo:
No, no, bromas no, ni a los mozos ni nadie. Lo que yo quiero es decirles unas verdades como templos de grandes, para que se den cuenta de lo equivocados que están en muchas cosas, y así puedan cambiar para que vivan mejor.
Les aseguro a Uds. que si a mí no me lo impiden, y a poco que me ayuden Uds., espero conseguir, que en pocos meses este pueblo sea otro. Tendrán mejores costumbres. Serán todos más pacíficos, más cariñosos, más tratables, más unidos para proyectar y hacer cosas en et pueblo, etc.
Le dijeron:
Ud. quiere lo imposible. ¿Qué cree que va a conseguir con una juventud que no puede con ella ni la guardia civil, ni nadie?
Miren, Sres., he ido a donde algunos mozos trabajan, he hablado con ellos. Les he dado algunos cigarros. Nos hemos reído. Y les he dicho, que este invierno pueden venir a la escuela, por la noche, los días que quieran, un par de horas diarias. Y además, que aparte de pasar dos horas alegres, entre jóvenes, aprenderán cosas necesarias.
También el alcalde le dijo al maestro.
Si se empeña, inténtelo, pero no creo que vayan a la escuela dos días seguidos. Más contentos van a la taberna.
Al fin, les avisaron a todos, y sólo tres fueron el primer día, pero salieron tan contentos, que al salir de la escuela, en vez de ir a sus casas a cenar, pasaron por la taberna a contar a los otros mozos lo bien que lo habían pasado. Que el maestro les había contado cosas interesantes, etc.En resumidas cuentas, que el día siguiente, asistieron diez mozos a clase. Y al siguiente, 25. Y todos salieron encantados por las enseñanzas del maestrillo, tan pequeñarro. Y a la semana siguiente, ya iban bien puntuales, todos los mozos del pueblo. ¡Los 33!
Fueron todo el invierno, sin dejar un solo día. Cada vez más contentos.


Al principio, sólo dos sabían leer y escribir mal, y sumar cosas pequeñas. Pero desde noviembre, empezaron a ir hasta abril, y entonces ya todos aprendieron a leer, escribir, y las cuatro reglas básicas –sumar, restar, multiplicar y dividir-. Incluso a despejar problemas y algunas cosas más, como por ejemplo, a saber presentarse en público, saludar a un superior, a las autoridades provinciales –como a Sr. gobernador, al Sr. presidente de la diputación, al Sr. obispo, al alcalde de su capital, etc.-.
O sea, que cuando empezaron a ir a la escuela eran analfabetos, sin educación ni cultura –eran como salvajes-, pero en pocos meses cambiaron tanto que casi no eran conocidos. No parecían los mismos. Habían aprendido a hablar bien, a expresarse con educación, respeto y cariño.Esto fue gracias al maestrillo pequeño. A aquel a quien, en un principio, se reían de él. Pero ya luego, ciertamente, ya no lo volvieron a hacer.
Él sabía cómo llegar a ellos, cómo comunicarse, siempre cariñoso, cercano. Hizo lo que sabía en el pueblo: educarles a todos. A niños, jóvenes y mayores. Porque todos tenían falta de formación. Porque eran casi como brutos animales.
Este maestro fue para el pueblo como una mina de gran valor.
Mirad lo que hizo para darles a entender lo mucho que vale una buena educación. Y por el contrario, los grandes males que acarrea una falta de instrucción.
Un día se presentó a la puerta de la escuela un coche con matrícula de Valladolid. Los del pueblo, cuando lo vieron, se acercaron a curiosear, porque querían saber quién era el que venía a casa del maestro, y qué era lo que traía.
El que vino, preguntó si allí vivía el maestro.
Le dijeron que sí.
Era un primo del maestro, y le traía cuatro cajas de madera que éste le había pedido. Entre ambos, subieron las cajas a la escuela y las pusieron dos a cada lado sobre la mesa del maestro.Tenía otra caja encima de la mesa –ésta de hojalata, más pequeña, como las que llevan los que se dedican a hacer chapuzas-
.Seguidamente, cerraron las puertas y se fueron a merendar. Después, fueron a echar un trago a la taberna para que viera el primo cuál era el ambiente del pueblo y cómo era éste –pues tenía edificios antiguos, fuentes, etc. interesantes, dignas de ver-.
Luego, se despidieron. El primo, montó en su coche y marchó camino de su tierra. Al despedirse, le dijo al maestro: bueno, adiós, hasta que tú me devuelvas la visita. ¡Ah, y espero que con la mercancía que te he traído queden los de este pueblo muy contentos!
(Ya os había dicho al comienzo de este relato, que en este pueblo, eran un tanto desconfiados, y que cuando llegaba un forastero no le quitaban la vista de encima, hasta que se marchara).
Muchos del pueblo habían visto cómo descargaban aquellas cajas y estaban intrigados por qué pudieran contener. Cada uno pensaba una cosa distinta.
Como eran vísperas de Navidad, algunos pensaban que serían golosinas para ellos. Otros, que serían juguetes para repartir a los niños más listos. Mas todos estaban nerviosos por conocer el contenidos de las dichosas cajas.
Sin embargo, ninguno adivinó, verdaderamente su contenido.
Entretanto, aquella tarde, el maestro habló con el alcalde y le dijo que avise a todos los hombres del pueblo para que fueran a la escuela.
A los mozos, no, porque los mozos ya venían seguro, sin avisarles.
Ese día el maestro quería que fueran todos los hombres del pueblo a la escuela porque tenía que darles a todos una gran sorpresa.
Muchos, no habían hecho caso del aviso. Pero como se corrió la noticia de las cajas y del forastero, sólo por la curiosidad despertada, fueron todos. Creyendo que el maestro les iba a dar algún regalo de Navidad.
Mas nada de esto ocurrió. Sino algo bien distinto que ninguno sospechaba.
Cuando todos los hombres –y mozos- del pueblo entraron en la escuela, el maestro les dijo:
Muchas gracias por haber venido. Y a continuación cerró la puerta por dentro. Luego, se dirigió a su mesa, pero no se sentó, sino que les invitó a que se sentasen todos. Y a continuación les echó un mitin. O sea, una charla, muy cariñosa, eso sí, en la que les explicó la gran importancia que tiene el que todos los pueblos, lo antes posible, se instruyan, se eduquen y se modernicen, para que la vida de las personas sea más cómoda y alegre, y con una PAZ SEGURA.
Y para que vean Uds. la diferencia que hay entre un pueblo culto y educado, de otro inculto y sin educación, les voy a demostrar esta noche con unos ejemplos ahora mismo.
A continuación, todas las miradas todas las miradas de los presentes estaban fijas en el maestro, pensando en qué sería lo que iban a ver.


Entonces, el maestro, sacó de la caja de herramientas un martillo y una tenaza, y les dijo:
Ahora van a ver la primera sorpresa que tengo para Uds. Y con el martillo y la tenaza, en presencia de todos, desclavó la primera de las cuatro cajas que tenía frente a su mesa.
Todos tenían la vista fija en la caja y en las manos del maestro. Y ... ¿sabéis que pasó en aquel momento?.
Que al quitar la primera tabla de la caja, y ver la abertura y la luz, saltó como un rayo, una liebre hermosa, que al ver a tanta gente, se vio tan asustada que volaba más que corría por encima de las mesas vacías.
Porque todos se levantaron arrimándose a las paredes, mirando a la liebre, que corría que se las pelaba, queriendo buscar puerta, ventana o agujero por donde escapar. Pero nodo estaba muy bien cerrado.
Al darse cuenta de que no podía escapar, todavía seguía corriendo. Y más tarde se dio cuenta, que nadie le perseguía. Entonces, se quedó quieta, encima de una mesa, pero con los ojos muy abiertos, por si acaso.
El maestro, abrió la segunda caja, ¿y qué creéis que salió de la segunda caja?
Salió un perro salvaje, que, al momento, se dio cuenta de la presencia de la liebre y sin hacer caso de los espectadores, echó a correr hacia ella, para atraparla.
Ésta, corría por donde podía. Igual brincaba por encima de las mesas, que por debajo, que por los hombros de los espectadores –que seguían estando junto a las paredes para así dejar libre toda la escuela a la “gran persecución”-.


Después de tanto correr, la pobre liebre se cansó tanto, que el perro la alcanzó y sin hacer caso al amo –o sea, al maestro-, que lo llamaba fuertemente, en cuatro mordiscos la mató y descuartizó. Y de otros cuatro mordiscos se la comió entera, sin dejar nada más que pequeños trozos de piel.
Cuando ya la había matado –antes de comérsela-, se le acercó un hombre –fuerte y joven- para quitarle la liebre. Pero también se le tiró al hombre, y gracias a que otros hombres salieron en su socorro, se retiró.
Después de comérsela entera, el maestro abrió la puerta y el perro marchó a beber agua. Entonces, el maestro volvió a cerrar la puerta, fue a su mesa y volvió a hablar.
Les dio una conferencia. Antes, les dijo que se sentaran, y así, sentados, escucharon atentos. Al fin de la charla les dijo: aún tengo otras dos cajas que abrir. Pero no se apuren, que estas cajas no contienen ninguna cosa mala. Sino al contrario. Éstas contienen una cosa muy hermosa, digna de ver. Sé que les va a gustar mucho.
Entonces, se preguntaban unos a otros ¿qué tendrá en esas cajas? Pero enseguida lo vieron. Desclavó la tercera ¿y sabéis qué salió?
Pues salió otra liebre grande de dos colores. Más bonita que la primera. Y ésta también corría muy asustada por toda la escuela, hasta que se cansó y se quedó quieta, encima de una mesa vacía. Pero con los ojos muy abiertos, mirando a todas partes. Pero como nadie se movía, tampoco ella lo hacía.
Seguidamente, el maestro abrió la última caja, la cuarta, de la que salió otro perro, mayor que el primero. Pero éste salió muy despacio y se quedó quieto, mirando a la gente, con la cabeza baja, como vergonzoso.


También se dio cuenta de la presencia de la libre. La miraba, pero seguía quieto. La liebre, al contrario, en cuanto vio el perrazo, echó a correr brincando de unas mesas a otras, o entre la gente, muy asustada. Pero como el perro no se movía, ella se fue sosegando, y se paró, mirándole muy atentamente, por si acaso.El perro, también miraba a la liebre, pero muy tranquilo. Después de un buen rato, el perro comenzó a dar pequeños pasos en dirección a la liebre. Ésta, brincó a otra mesa, después a otra.
El perro seguía dando pasos muy despacio. Siempre mirando a la liebre. Y, claro, como la liebre veía la mansedumbre del perro, comenzó a admitir que no quería atacarla.
¿Sabéis que hizo la liebre?
Se quedó sentada encima de una mesa, y así sentada, esperó hasta que poquito a poquito fue llegando el perro ... y se sentó junto a ella. Sacó la lengua y le lamió el cuello y la cabeza.
Después, se tumbaron y durmieron juntos.Entonces, el Sr. maestro explicó lo que significaban estos y otros ejemplos, para que comparan las diferencias entre un perro y el otro. El primero, salvaje, agresivo, sin educación. El otro, civilizado, manso, bien educado.
Y para que entendieran mejor, el maestro empleó frases sencillas y certeras, claras pero profundas, y lo hizo tan bien que no lo hubiera podido mejorar ni el mejor ministro.
Porque, como os he dicho antes, este maestro, aunque era pequeño de estatura, era de talento enorme. ¡Vamos, un superdotado!


Les dijo:
Estos animales, a pesar de ser animales de distinto color, distinta raza, distinto sexo, criados en distintos sitios, sin embargo, no se odian. Es más, se quieren. No tienen discriminación racial.
Este segundo perro, no solamente nos ha dado ejemplo con su educación a unos pocos hombres que hemos visto su comportamiento, sino también a las grandes naciones, como Rusia o Estados Unidos, que no se aprecian, por ser de distinto color, raza, ideología, o continente.
Como véis este perro da ejemplo de paz a todos. Desde nosotros, a los grupos o a las naciones que piensan sólo en sí mismas o en guerras cada vez más terribles.
Porque no se quieren fijar en ejemplos como éste. Por eso, cuando se compra un animal, de cualquier clase, debemos al examinarlo, primero, mirar si está bien domado. O lo que es lo mismo, bien educado, para ver si podemos vivir con él contentos y en paz.
Y si esto hacemos con los animales, mucho más cuidado e interés hay que tener para elegir, amigos, esposo o mujer. Es necesario saber elegir bien a nuestros compañeros, porque si un amigo es bueno, a veces te saca de apuros económicos, otras veces, te divierte, alegra tu vida, te acompaña.
Pero si no aciertas, si eliges mal, y te dejas engañar por él, te traerá una cadena larga de males.
Por eso, mucho más necesario es saber elegir esposo o esposa, porque eso sí que tiene importancia. Elegir la compañía de toda la vida –mientras estamos en este valle de lágrimas ... y de algunas alegrías-. Porque tarde o temprano, nadie se libra de penas y sufrimientos –como ya nos avisa la Salve al recordarnos que este mundo es un valle de lágrimas-.


Así que, atención, dime con quien andas y te diré quién eres.Todos estos consejos y ejemplos les puso un maestro nacional a los habitantes de un pueblo pequeño, entre montañas, en un estado muy precario. Pero sólo en dos años cambió tanto, que se puso a la altura de los pueblos más adelantados de su comarca.
Este maestro vivió tres años allí, donde murió debido a una pulmonía. Entonces, todo el pueblo se dio cuenta del cambio que habían realizado, de su progreso, y de los grados de felicidad conseguidos ... y que todo se lo debían a su maestro.
Así que, cuando murió, sintieron mucho su pérdida, lo echaron en falta, y con el deseo y la conformidad de todos los habitantes, en la plaza mayor, hicieron una escultura o monumento de bronce para recuerdo de futuras generaciones y como pequeña muestra de agradecimiento.
Porque decían todos, que ese maestro había descubierto una mina. Y que éllos, después de haber muerto él, la seguían explotando.
Querían decir, que pasaron de la ignorancia a la sabiduría.
A esto le llamaban “mina en explotación”.

Reflexiones

Muchas veces quiero hacer
el bien que deseo
mas hago el mal
que no quiero.

Perdón Señor,
-esto decía San Pablo-
porque tenía experiencia
de los que estamosen el mundo.

Simón Cirineo tuvo suerte de ayudar a Cristo a llevar la cruz.
También nosotros podemos ayudarle,
llevando con amor y alegría las cruces que él nos envía.

Si deseas progresaren virtud,
día tras día,
pide y trata de imitar
a Jesús, José y María.

* * *

Otros están peor.
A todo hay quien gane.
A salud, a enfermedad,
a ciencia o habilidad.

* * *

Hay quien tiene males
mucho más grandes que yo,
y más dolorosos,
y más duraderos,
y muy repugnantes.

Y callan, y aguantan,y sonríen,
y animan a la familia,y a los amigos,y dicen:
¡si esto no es nada!,
¡si esto pasará pronto!,
es que vosotros exageráis.

Si piensas en éstos,
que los hay,
te conformarás.
Ya lo verás.

Chiste

En un pueblo había una abuela que siempre estaba triste porque le tenía mucho miedo al infierno.
- ¿Qué le sucede abuelita? Le preguntó el sacerdote nuevo.
- Que siempre pienso en que he de ir al infierno.
- ¡Si no es más que eso!, veamos, abra la boca.
Ella, tímida, abrió bien la boca.Entonces, el sacerdote le dijo:
- ¡Pero si Ud. no puede ir al infierno!
Entonces, la abuelita le preguntó:
- ¿Cómo es eso?
- Ud. no ha oído y leído en el evangelio ¡que el infierno será el llanto y crujir de dientes! ... ¡y Ud. no tiene en la boca ni uno, ni para muestra!

Así se escribe por Navidad

Vitoria 4, del 12, de 2004


Querido tío:Aunque nos falta lo mejor que hemos tenido en la vida, tenemos que ser fuertes, y seguir luchando.Deseando pases unas Navidades en Paz, recibe un abrazo de tu sobrinaPiliP.D.


He recibido en mi corazón la buena semilla que Dios sembró.
Si cuido la tierra dará buenos frutos.


Plaza de las naipes, XX – Xº derecha – 0100X Vitoria.

15 de noviembre de 2008

Sonetos a un Lugar sin Nombre

De Gabriel Insausti

I
Así lo recordaba: este lamento
del aire por encinas y castaños,
estos montes gastados y sus años.
reunidos en la luz de este momento.

Hay un puente, las ruinas de un convento
y un caserón de huéspedes huraños
y a lo lejos se escuchan los rebaños
hablar en un lenguaje que yo invento.

¡Cuántas cosas, que ayer se llevó el río
del tiempo, vuelven hoy mientras paseo
junto al agua y su imagen transitoria!

Dejarán su recuerdo: es cuanto es mío,
todo lo que he perdido y que poseo
en el viejo desván de mi memoria.

II
Aquí, bajo la bruma gris del cielo
secreto entre las montañas, una vieja
casona ensimismada con su teja
ante un huerto cercado y un ciruelo.

Aquí, junto a los libros que mi abuelo
leyó y en los que aún su voz se queja
cuando se oye en los techos la corneja
graznar durante un rato, alzar el vuelo.

Aquí, donde la lluvia no hace ruido
y los viejos se sientan por la tarde
a recordar las cosas que se han ido.

Con un vaso de sidra, mientras arde
un leño en el hogar. Sólo os pido:
que todo lo que dejo aquí se guarde.

(En “Destiempo” de Gabriel Insausti,
Paréntesis / Renacimiento, 2004)

A nuestras Autoridades

Muy estimados Sres. Alcalde, Secretario y demás miembros de este nuestro Ayuntamiento:
Nosotros, los acogidos en este centro de día, de Alda, nos dirigimos a Uds., en primer lugar,
para darles nuestras más sinceras gracias por los trabajos y desvelos que este Ayuntamiento ha tenido, desde que pensaron hacer, en Alda, esta obra tan maravillosa, y al mismo tiempo, tan necesaria, hasta verla felizmente terminada.

Y después, puesta en funcionamiento con profesionalidad, cosa que lleva, afortunadamente dos años.
Por eso, cada día que pasa, vamos todos más contentos, por lo bien que nos tratan.
En segundo lugar, les queremos felicitar, a todo el Ayuntamiento, las Pascuas de Navidad, Año Nuevo y Reyes, pidiéndole al niño Dios, todo poderoso, que el año 2005, sea el año de la PAZ mundial, tan deseado por todos.
Y que a quienes vivimos en el valle de Arana, nos colme de toda clase de bienes espirituales, corporales y temporales.
Estas gracias, se las pedimos al niño Dios, Todopoderoso, quien, además, está deseando concedérnoslo.
En tercer lugar,
Como ya saben Uds., aquí, en el centro, nos pasamos el tiempo, a gusto, haciendo manualidades. Y lo que más nos gusta es pintar.
Entre los trabajos pequeños que hemos realizado, con los cinco sentido puestos, ha sido el pintado del olentzero –como muestra de agradecimiento al Ayuntamiento-. Se lo regalamos, para que cuando lo miren, se acuerden un poco más de nosotros –como también, nosotros, nos acordamos de Uds.-.
Sin más, nos despedimos, deseándoles todo lo mejor.
Y, ahora, firmamos todos los del centro

León, José, Pedro, María Soledad, José, Vicenta, José, Simón.

Y para que se den cuenta, de cómo es la vida aquí dentro, les voy a decir lo siguiente :

En este centro, siempre reina la alegría,
en este centro siempre reina buen humor,
no cambiaremos de carácter ningún día
porque así se está mucho mejor.

* * *

Hasta aquí, lo que nosotros hemos dicho al Ayuntamiento, en la Casa Consistorial.

* * *

El Sr. alcalde, cuando vio el regalo del olentzero y la felicitación navideña, con simpatía y cierta emoción, hizo descorchar una botella, y llenándonos él mismo las copas y abriendo una caja de pastas, nos invitó a hacerle aprecio.

A este Sr. alcalde se le ve, a primera vista, que es buena persona, agradecido, cariñoso y emprendedor. O sea, entusiasta y amigo de mejorar la situación de los ancianos.
Nos dio las gracias por las cosas que nosotros hemos hecho a lo largo de nuestra vida, en nuestro pueblo y el valle. Dijo, que no merecía que le agradeciéramos sus desvelos, pues él hace en conciencia, lo que debe hacer. Nada más. Pues lo que hoy hace por nosotros, mañana, otros harán por él.
Nos dio un mensaje de tranquilidad y sosiego. Nos habló bien y claro. Tanto, que en mis 88 años no he oído hablar así a un alcalde.

La verdad, es que yo me emocioné, y casi se me escapan algunas lágrimas por el ojo que tengo bueno. Me parecía estar en una iglesia oyendo un hermoso sermón.
Por eso, deseo que tenga buena salud este Sr., que siga con entusiasmo en su trabajo, para bien del valle. Y que otros alcaldes copien su ejemplo.

Yo, en lo que pueda servir, me pongo a su disposición.

Pocos Matrimonios como este

Era un matrimonio de 30 años. Los dos, habían sido grandes amigos toda la vida. Eran del mismo pueblo. Casi vecinos. Los padres de ambos, buenas familias. De pocos ingresos y que trabajaban para otros vecinos. Ambas familias estaban bien vistas por todo el pueblo.
Estos matrimonios tenían, uno un hijo, y el otro, una hija, que desde pequeños, jugaban juntos, y ya de mayores, se hicieron novios, y más tarde se casaron.

Vivían felices en una casa a renta. Algunas temporadas tenían trabajo fijo, otras no. Por tanto, su economía era escasa, justo para poder vivir. Mas su convivencia era excelente.
Élla era rubia, de pelo encantador. Él, le quería hacer un regalo para el aniversario de boda, pero no sabía ni cómo ni con qué, porque no tenía dinero Y a ella le pasaba lo mismo.

¿Sabéis lo que hizo esta mujer?
Se cortó el pelo, lo vendió, y con su importe compró tabaco para su marido –porque éste chupaba la pipa siempre vacía-.
Él, por su parte, vendió su pipa tallada, y con lo que le dieron, compró una cajita de peines para su mujer.

Al llegar el día, y al poner en común los regalos, vieron, que a ella no le hacían falta tantos peines –pues tenía el pelo muy corto-, y que a él el tabaco le sobraba al carecer de ya de pipa.
A ambos no les importó haberse desprendido de sus cosas, e incluso, que su sacrificio, no tuviera premio aparente, porque eran felices con casi nada.
Y así siguieron siéndolo, siempre juntos.

Bien Ama quien Nunca Olvida


Queramos o no queramos
siempre fue y será verdad
el que a esta vida tan corta
sigue la eternidad.

Muchas veces quiero hacer
el bien que yo deseo,
más hago el mal que no quiero.

Llégate a los buenos
y serás uno de ellos.

Camina como viejo
y llegarás como joven.

Si uno devuelve mal por bien
no se alejará la desdicha de él.


Sobre la Vida y el Tiempo


Pasa a nuestro lado el tiempo
y nosotros nos quedamos.
No, no, no.
Es el tiempo el que se queda,
nosotros los que pasamos.

Los tiempos corren
como potros.
Y tras unos vienen otros.

Año nuevo y año viejo
son dos palabras que unidas
nos predice lo veloz
que va pasando la vida.

Misionero


Misionero, no estás solo
que yo te quiero ayudar
en tu misión, y ofrecerte
mi dolor y enfermedad.

Cuando la cruz me pese
y no pueda caminar
caminaré junto a ti
intentando suavizar

Tu vida con esta entrega
para que sea eficaz
dándole al Sr. a cambio
toda mi capacidad.

Misionero, Dios te envía
para que puedas sembrar
amor en los corazones
y entre los hombres la paz.

No temas si no comprenden
tu manera de actuar,
a Cristo no le entendieron
y venía sólo a amar.

Misionero, tú eres Cristo
con misión de eternidad.
no decaigas en tu ofrenda
porque es tiempo de sembrar.

El sembrador te ha elegido
como abono del trigal,
mi dolor y tu palabra
le darán fecundidad.

Cómo se criaban a los hijos en Alda


Hasta hace 60 años

Cuando un niño nacía, a los dos días se le bautizaba, o antes, si había peligro de muerte. Se le trataba con la mayor ternura. Y más, si era invierno, para que con el frío no enfermara.
Según iban pasando los meses, se iba convirtiendo el niño, en el juguete de todos los de casa.
Hacia la edad de un año, acompañándole, una persona mayor, agarrándole de las manitas, ya empezaba a dar los primeros pasitos.
Cualquiera de casa lo cogía y pretendía así enseñarle a andar.
Pero no todos los niños son iguales. Algunos, eran más tardones para andar, y les costaba más andar solos.


Cuando conseguían que el niño tuviera autonomía andando, sin caerse, decían: gracias a Dios, ya va sólo. ¡Menudo trabajo nos ha quitado al andar solo!
Los abuelos decían:
¡Mira que somos torpes las personas!, en cambio, los animales nada más nacer ya corren de un lugar a otro, y de hablar a su manera, ¿qué queréis que os diga?
les costaba más hablar que andar.
¡Qué alegría para los padres, cuando el niño daba los primeros pasos, y cuando formulaba sus primeras palabras!


Hacia los dos años de edad, casi todos los niños corrían y hablaban ya muy claro, PAPÁ y MAMÁ y otras cosas, que hacían mucha gracia a los mayores.
¿Sabéis lo primero que se les enseñaba a los niños?

Lo primero era a hacer la señal de la cruz y a rezar el padrenuestro. Luego, según iban creciendo, a obedecer y a hacer y creer todo lo que les decían los padres y abuelos.
Después, como de año en año, iban creciendo, se les enseñaba a realizar trabajos propios de su edad, como por ejemplo, traer a la cocina leñas para hacer fuego por la mañana, o ir un rato a cuidar los cerdos de casa.


Cuando eran algo más mayores se les mandaba de italdicos y gabaldicos, y ésto no solamente para casa sino para otros vecinos también, porque la gente decía:
ese chaval tiene buenas piernas, ya vale para italdico. Pero el bueyero, como era cazador, llevaba escopeta, y si había caza, dejaba al italdico solo cuidando todos los bueyes.


Y el pobre chaval no podía con todos, pues unos se le metían en los trigos, otros en las berzas y los demás allá en las patatas. Y, claro, eran demasiados animales. Cuando sacaba a los del trigal, corría hacia los que estaban entre las remolachas. Y sudando, de tanto correr, ya no podía más, y ¿sabéis qué hacía entonces el italdico?
Muchas veces, se iba a casa llorando, dejando libres a los animales, a su aire. Aunque estuvieran en los sembrados.


Hasta entonces, los daños se pagaban a medias entre italdico y bueyero. Pero una vez, no valió esta costumbre, porque había muchos testigos y vieron cómo el bueyero se marchaba a matar liebres a otro pueblo y cómo dejaba sólo al italdico.


Ciertamente, el bueyero mató una liebre, pero cara le costó. Todo el pueblo, en adelante, cuando le tocaba hacer de bueyero a ese señor, no le ponía italdico.

La Disciplina en el Ejército Español


Historia de la baraja de un soldado que no tenía un pelo de tonto.

Cuando una persona está ociosa recurre a tomar entre sus manos una baraja, y se entretiene haciendo juegos para pasar el rato.
Otras veces sirve para jugar en familia. Otras, para echar con los amigos la partida en el bar.
En algunos pueblos, los domingos por la tarde, se juntan las mujeres durante unas horas, para echar la partida a la brisca.
Muchas veces en fiestas y cumpleaños, después de la comida o banquete, saboreando un buen puro, y una buena copa, en la misma mesa, se suele formar la partida.
No importa a lo que se vaya a jugar. En unas casas prefieren el tute, en otras, el mus, en otras a infinidad de juegos que con ellas se pueden practicar, pero no es de juegos de lo que voy a tratar. Sino de otra cosa mucho más elocuente que con ellas, se pueden hacer o practicar.

De hecho, ya se hizo hace ciento y pico de años.
El hecho es verídico y ocurrió en La Habana, a finales del siglo XIX.
Es como sigue:


Certificado en que consta, la solución del proceso, seguido contra el soldado que no debía tener un pelo de tonto.

Que estando el domingo de abril de 1870, oyendo misa, la fuerza de este Batallón, observó el sargento primero, de la segunda compañía, que mientras, se celebraba el santo sacrificio de la misa, un soldado, tenía una baraja en las manos, y la repasaba con la mayor atención, por cuyo motivo a la llegada de la fuerza al cuartel, fue conducido al calabozo dicho soldado. Y se dio parte por escrito al jefe del cuerpo.
Habiendo sido informado el Sr. teniente coronel, del delito del soldado, dispuso, la formación de expediente, nombrando al efecto fiscal al Sr. ayudante.


Respuestas al tribunal.
Construido el tribunal que había de juzgarle, en el cuarto de banderas, fue conducido el acusado a su presencia, y preguntado su nombre, patria, religión, estado y ejercicios.

Dijo:
Me llamo Andrés Espinosa Montero, natural de Logroño. De religión, católica apostólica romana. Soy soltero, perteneciente al batallón número 1, segunda compañía.
Preguntado: explique y diga por qué siendo cristiano como dice, en vez de estar oyendo misa con devoción, ha sacado una baraja y se entretenía en repasar las cartas.
Dijo:
Careciendo de rosario, había ideado sustituirlo con la baraja, para con sus distintas cartas, poder meditar mejor sobre los distintos, misterios, de la muerte y pasión de nuestro Sr. Jesucristo.
Preguntado: explíquese y diga ¿Cómo medita con la baraja tan sagrados ministerios?
Dijo:
Contemplaba, empezando por los ases,
En el as de bastos: la columna donde amarraron al Señor.
En el as de espadas: cuando San Pedro cortó la oreja a Malco.
En el as de copas: cuando le presentaron una copa con hiel y vinagre.
En el as de oros: considero el ósculo de paz que dio Judas al Redentor, al entregarlo.
En los cuatro doses: los ocho verdugos que azotaron al Señor.
En el tres de bastos: los cordeles con los que fue arrestado.
En el tres de espadas: contemplo los tres clavos con los que fue clavado en la cruz.
En el tres de copas: medito las tres personas de la Santísima Trinidad.
En el tres de oros: considero los 30 dineros que vendió Judas al Señor.
En el cuatro de espadas: me represento los cuatro evangelistas que fueron a predicar en las cuatro partes del mundo.
En el cuatro de copas: me represento cuatro santos que son Santo Tomás, Santo Domingo, Santo Tomé y San Toribio.
En el cuatro de bastos: considero los doctores de la ley.
El cuatro de oros y cinco de espadas: me hacen meditar, en los nueve misterios gloriosos de María Santísima.
El cinco de bastos: me hace meditar en igual número de dolores que sufrió la madre de Jesús, María Santísima.
El cinco de oros: me representa las cinco llagas del Redentor.
El cinco de copas: me lleva a considerar, hasta qué grado tuvo que apurar el Redentor el cáliz de la amargura.
En los seises de bastos y espadas: considero a los doce apóstoles.
En los seises de copas y oros: me sirve para contemplar la penosa marcha por la calle de la amargura.
En el siete de copas: considero los sacramentos de la Iglesia.
En el siete de espadas: me represento los siete dolores que traspasaron el corazón de María.
En el siete de bastos: considero las sublimidades de las siete palabras.
Las sotas de copas, espadas y bastos: me representan las tres avemarías.
El caballo de espadas: me representa al judío que dio la lanzada.
Los caballos de copas, oros y bastos: tienen el significado de los tres reyes que vinieron de oriente.
En los cuatro reyes: contemplo las cuatro columnas del templo de Salomón.

Preguntado
¿Cómo todas las cartas tienen su significado, menos la sota de oros?
Dijo:
Como se parecía a su sargento primero, que fue quien dio parte de él, no la había querido mezclar, en tan sagrados misterios.

Y con ésto terminó su declaración.
Siendo en el acto absuelto de culpa, y agraciado por los jefes de batallón, con tres meses de licencia temporal. Y tres pagas en concepto de gratificación.

Por lo relatado, puede verse, que no solamente, las cartas de Fournier, de la capital alavesa, sirven para jugar y pasar el rato.
También tienen su aplicación, como lo demuestra este riojano -que no tenía pelo de tonto-, y que a falta de rosario tuvo el valor de barajarlas, para echar un envite a todo, con hordago incluido y ganar la partida.

Fin.


Al Amigo Juan



Querido e inolvidable amigo Juan,
¡qué silencioso te has ido, Juan!
Pero por eso, no creas que te olvidamos.
No. Todo lo contrario.
Todos tus compañeros del centro,
te tendremos siempre presente.
Por el ejemplo que nos has dado
con tu infinita paciencia y humildad
que nos has demostrado todos los días,
Juan.

A la Virgen Inmaculada


Quiero madre en tus brazos queridos
como niño pequeño dormir
y escuchar tus ardientes latidos
de tu pecho de madre nacidos
que laten por mi

Y al arder de tu pecho en las llamas
y tu amor que me inflama sentir
de tus labios saber que me amas
que por hijo con ellos me aclamas
para ser feliz.

Y llorando de amor y alegría
reclinado en tu fiel corazón
de tus labios saber madre mía
que perdonas y olvidas el día
en que fui traidor.

En tus brazos divinos quisiera
perdonado y contento morir
y exhalar la plegaria postrera
que provocara el amor cuando muera
que siento por ti.

Quiero ver tu divina hermosura
y contigo en la gloria vivir.
Si en tu pecho gocé tu hermosura
¿no es verdad que tendré Virgen pura
la gloria por ti?

Oración por los Difuntos Cofrades de Santa Teodosia

Señor, a ti, Dios padre todopoderoso e inmensamente rico, te pido, que, después de perdonarles los pecados, que como hombres, habrán cometido durante su vida, te fijes, Sr.
en los sacrificios que esos cofrades hicieron, para formar y conservar la ermita, durante años, andando a pie y sin carretera, luchando contra las inclemencias del tiempo, dando ejemplo de fe, devoción y sacrificio, con buen humor y alegría.
Por estos y otros méritos, que seguro que tuvieron mientras vivieron en este valle de lágrimas, perdónales Sr., y llévales a gozar, para siempre, al reino de los cielos.
Amén.

Oración a las Almas del Purgatorio

Las almas del purgatorio merecen los socorros espirituales. Por amor a Dios, por amor a ellas. Y por amor a ti mismo.
Por amor a Dios, porque el Señor ama a las almas que están en gracia, y, naturalmente, es muy grato que socorras a unas almas estimadas por él y destinadas a la salvación eterna.
Por amor a ellas, porque ya que no pueden socorrerse a sí mismas, esperan tus sufragios. ¿Y podrás oir sus lamentos sin moverte a compasión? Son tus padres, parientes, amigos, unidos a ti con el vínculo de la fe y de la caridad.
Por amor a ti. Como no puedes esperar ir al cielo, sin pasar por el purgatorio, considera que serás tratado como trates a los otros. Por consiguiente, si pones de tu parte lo que puedas, a favor de las almas, Dios cuidará de enviarte socorros cuando los necesites.
Las almas, se pueden socorrer,
primero, con la oración de todos los días en tus actos de devoción. Segundo, con el santo sacrificio de la misa, oyéndola o haciéndola celebrar. Tercero, con un digno uso de los sacramentos, que son los manantiales de todas las gracias. Cuarto, las obras de misericordia, espirituales y corporales, para vivos y muertos. Y quinto, con una vida religiosa y austera. Todo sacrificio podrás ofrecerlo si estás en gracia. Un solo padrenuestro en estado de gracia, es más eficaz, que muchos actos buenos sin aquella.

La Moda más Antigua del Mundo



Hay una moda en el mundo, que es tan antigua como él. Esa moda, existirá mientras exista el mundo. Moda que nunca se pasa de moda, que nadie la quiere llevar, mas sin embargo, la llevamos casi todos.
¿Sabéis qué moda es?
Es la moda del dolor.

Santa Teresa Decía



Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia
todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene
nada le falta.
Sólo Dios basta.



* * *



Santa Teresa, se cayó un día en su casa, desde la primera a la última escalera.
Y ocurrieron dos milagros.
Uno, el que no se hizo ningún daño.
El otro, el que se apareció Cristo, y le dijo:
“Así trato yo a mis amigos”.
Y Santa Teresa, como era muy graciosa, le contestó:
“¡Claro, por eso tienes tan pocos!”

Anecdotario de Santa Teodosia

Yo, León Querejazu, del pueblo de Alda, de 88 años de edad, recuerdo, desde siempre, las romerías y rogativas, y todas las funciones que se hacían y las que se siguen haciendo en Santa Teodosia.


Las funciones principales son dos al año: una, en mayo, y otra, en septiembre. A éstas son a las que más devotos vienen sin faltar naturalmente todos los cofrades de la Santa.
Recuerdo también, que en el año 1943, murió un cofrade del pueblo de Egileor, que era el que todos los años se encargaba de traer a la ermita un predicador.
Iba a Salvatierra/Agurain, al convento, y como ya lo estaban esperando los frailes, sin mediar mucho rato, ya salía el fraile con el cofrade. Éste le acompañaba y le ayudaba a montarse en la yegua, le daba el ramal de la calabaza, y el cofrade iba por delante, a pie, mientras que el religioso iba en yegua.
Poquito a poquito subían el puerto de San Juan, por la orilla de Onraita y por el pueblo de Roiti. Para las 12 del mediodía llegaban a Santa Teodosia, donde estaban esperándoles, el Sr. cura de San Vicente, los cofrades y muchísima gente venida de Navarra, de la llanada, de todo el valle Arana, y de otros lugares.


No se me olvida, que debajo del balcón, donde estaba el predicador, tenían el puesto de almendras y demás cosas. Las almendreras de Zúñiga, que eran muy graciosas.
Y, al terminar el sermón, empezaban a aplaudir, y a dar vivas al predicador. Cosa, que todos los presentes lo hacíamos, con unas voces tan potentes que se oían desde Roitegi, y de los pueblos del valle de Arana.

Luego, la cofradía subía a la sala de arriba a comer y el predicador y el Sr. cura de San Vicente comían con los cofrades. Por la tarde, el cofrade de Egileor y el predicador montado en la yegua, otra vez, volvían por el mismo camino por donde habían venido a la mañana. Despacio, bajaban el puerto de San Juan, y, antes de dar la noche llegaban al convento del Corazón de María –que es donde residía el fraile-.
Llegaban contentos y dando gracias a Dios, por el buen día que habían tenido, y ningún contratiempo en el camino. Sólo entre Roitegi y Onraita se tropezaron con un hombre de poca educación que conocía al Sr. Víctor –que así se llamaba el cofrade-.
Le dijo: ¡Qué poca vergüenza debe tener ése, siendo joven, y va a caballo, mientras que tú, que eres viejo, vas a pie! Pero no le hicieron caso.
En Salvatierra/Agurain, después de dejar al fraile en su convento, el Sr. Víctor, se montó en la yegua y poco a poco, hizo los tres kilómetros que hay desde aquí hasta Egileor, dando gracias a Dios por todo.
Al llegar a su casa, lo primero que hizo fue desaparejar la yegua y echarle buen pienso –pues en todo el día no había comido nada-. Luego, en la cocina, durante la cena, relataba a toda la familia las peripecias vividas durante el día. Lo que más le gustaba contar en casa, era el sermón del fraile –y que lo recordaba casi en su totalidad-.
Todos le escuchaban a gusto.
Al año siguiente de morir el Sr. Víctor, me casé yo con una de sus hijas, y hemos tenido la suerte de vivir 62 años casados, felices y contentos. Pero como todo llega o pasa en este mundo, también la vida de Goya pasó.

En septiembre de 2003 se fue al cielo, donde me está esperando para poder estar juntos, de nuevo, pero no sólo para otros 62 años, sino para toda la eternidad.
Y gracias Sr., hasta que Tú quieras, gracias por todo.

San Vicente de Arana

Su Historia antigua y moderna :

La sierra de Entzia constituye el macizo montañoso del sistema central de la provincia de Álava. Con alturas que sobrepasan en muchos puntos los mil metros, y proporcionan al excursionista maravillosos parajes de expansión.
El punto en que lindan con la Sierra de Bitigarra, es un bonito paso de montañas, que se formó en pasados tiempos: el renombrado Estrecho de Santa Teodosia.
Por este estrecho o puerto circulaba todo el comercio de Rioja a Guipúzcoa pasando por Santa Cruz de Kanpezo y el famoso solar de Pierdola, antes de adentrarse en la sierra para llegar a Salvatierra/Agurain, una vez saldada la sierra llegando a la llanada de esta villa.
En este punto de linderos de las dos sierras se halla la célebre ermita de Santa Teodosia, que dio nombre a puerto. Construida a 1.050 metros de altura es un lugar de maravilla.
La ermita es amplia, rústica, pero de elegante aspecto. Con un bonito pórtico formado por columnas de piedra de singular prestancia, y en él, un balcón de hierro, que sirve de púlpito en las grandes manifestaciones piadosas, a las que la ermita está muy acostumbrada.
Su interior, es también sobrio, limpio y agradable.
A través de un airoso ventanal de la cúpula, penetra la luz al recinto, deja ver perfectamente, un altar neoclásico que sirve de trono a la imagen de la titular, y a dos altos relieves, con escenas de la vida de la santa.

Todo ello fue restaurado en el año 1906. Con donativos de D. Prudencio Platero y Dña. Juana Jil. Como reza en la inscripción del frontis del altar.
En el suelo, una lápida de piedra muy bien labrada nos recuerda que aquí yace Joan López, ermitaño. Pasó de esta vida a 2 de junio, año 1547, y que Ernando de San Vicente, ermitaño, hizo esta piedra. Por élla vemos la antigüedad de la ermita, y la existencia de ermitaño, que hasta hace pocos años, ocupaba la vivienda adosada a la ermita.
Por cierto, que ha habido épocas en las que no uno sino dos eran los ermitaños que allí vivían. Así se desprende del acta de toma de posesión de todo ello que hicieron el año 1697, la villa de San Vicente de Arana, como patrón de la misma.
De entonces acaso sea el precioso humilladero que se encuentra en el campo a corta distancia de la ermita, perfectamente labrado, con relieves de los evangelistas, en tres de sus lados, y una reciente alusión a los caídos en la última guerra –que al parecer sustituyó al cuarto evangelista-.
Sin embargo, de lo dicho, la ermita con ser tan antigua, viene a sustituir a la que mucho tiempo antes, se construyó cerca de la actual, en la sierra de Entzia, en el término que hoy todavía se conoce como Santa Teodosia Zarra.
El ligar es escenario de frecuentes romerías, de diversos puntos de la provincia y de la cercana Navarra. Y a élla acuden de rogativa, por la Asunción del Sr., los vecinos de San Vicente Arana, que por cierto, cuidan del ermita y sus alrededores maravillosamente, haciéndose dignos del aprecio general.

Desde estas alturas, las vistas son hermosas. Las crestas de Urbasa, las cumbres de Markillano y Balderana, los riscos del Ioar y San Cristóbal de Oteo. Y al fondo, la Sierra de Cantabria, constituyen todo ello un deleite para el espectador.
Abajo, a los pies de la ermita, el bellísimo valle de Arana, regado por el Biarra, de fértiles campos de cereales y tubérculos. Poblado por las aldeas de Alda –que es la capital administrativa del valle-, y por las villas de Ullibarri, Contrasta y San Vicente.
San Vicente es –ya se ha dicho-, la que ejerce el patronazgo de la ermita en cuyo término se eleva. Sus gentes, son las que más frecuentemente suben a ella, la cuidan con esmero y las que han construido un admirable camino o carretera hasta Iturrieta, para alivio de peregrinos.
San Vicente de Arana es una preciosa villa alavesa. Antiguamente, sus habitantes, lo eran de la aldea de Berberiego, situada junto a la sierra, al norte de la población actual, y de la que sólo queda el recuerdo documental de su existencia. Sus moradores la abandonaron en el siglo XIII. Como así se lo hicieron saber al rey Alonso de Onceno, manifestándole que en tiempos de su anuelo Alfonso X, vivían en Berberiego, y sus casas eran de señores que les apremiaban a pagar tributos, funciones y jantares como solariegos y que por eso hicieron sus nuevas casas alrededor de una iglesia que dicen de San Vicente, y que allí se fueron todos, en tiempos de Alonso Don Fernando.
Y que seguían siendo aldea de Contrasta, de donde recibían algunos agravios, y que de seguir así, se marcharían a vivir a otro sitio.

El rey, por célula de 15 de mayo de 1364, le concedió el título de Villa, y la hizo Realenga. Ello ocasionó varios pleitos con la corona de Lazkano, que como señores de Contrasta, querían imponer a los de San Vicente algunas gabelas, pero salieron siempre victoriosos, y todavía conservan sus archivos. Preciosos documentos que lo acreditan de Juana la Loca, Felipe IV, etc.
Hoy, las calles de San Vicente y sus plazas, están muy cuidadas. Sus calles reflejan el buen gusto de sus habitantes, y muchos de ellos pregonan con sus blasones la doble estirpe de sus moradores.
La iglesia parroquial es gótica, de muy buenas proporciones. Su altar mayor es doble. Sobre el altar del Sacramento se abre otro de fino gusto plateresco, dedicado al titular con muy buenos relieves de la vida del santo. Escenas de la pasión del Señor, así como imágenes de la Visitación y los santos mártires.
Su construcción sigue la línea de las de Getaria y Santo Tomé de Ávila. En una de sus paredes, hay un bello escudo de los Reyes Católicos policromado.
El pórtico construido con piedras de Berberiego, de las casa que allí había, fue agrandado para dar cobijo a las Juntas Generales de Álava, en su sesión de tierras esparzas, en mayo de 1966.
Los de San Vicente Arana, son muy hospitalarios, y amantes de sus tradiciones. Su hospitalidad les viene de antiguo. Basta leer los documentos de su archivo para cerciorarse de las finas atenciones que tenían con todo el mundo. Con mercaderes, pastores, a quienes obsequiaban por Pascua de Resurrección y por las Navidades. Así como por Carnestolengas, y con la autoridad local, a quien iban a dar la enhorabuena y parabien a sus casas, en las Pascuas de Natividad del Sr., obsequiándoles con vino.

Siguen obsequiando al visitante lo mejor que pueden, de tal suerte, que puede afirmarse que nadie es forastero en San Vicente Arana.
Son también amantes de sus tradiciones, y en efecto, las cuidan con esmero, evitando su pérdida, y practicándolas, desde hace siglos. Hay que ver con qué cuidado y entusiasmo celebran cada año la ceremonia de “subir el mayo”. Cómo suben a la Sierra de Bitigarra a elegir la más alta y mejor de sus hayas, para arrastrarla hasta la villa.
Allí, la adornan con espadas de madera, la Santa Cruz de cera –hecha especialmente para ello por las mujeres de la villa-. La bandera es los corporales que tuvieron el cuerpo del Sr. la jornada de Jueves Santo.
El remate en Cruz de todo el Mayo, y el gallo en lo alto que marcará durante el verano la dirección del viento. Colocado todo ello en el árbol bendecido solemnemente, besada por todos, la Cruz de Cera se eleva entre la emoción general.
Se le ofrecen músicas y danzas del país. Y se le tiene de esta forma presidiendo la vida de la villa, hasta mediados de septiembre, que se baja con la misma solemnidad que al subirla. Se agradece la protección contra las tormentas que se ha tenido gracias a su mediación como antiquísimo amuleto o pieza de conjuro.
Constituyendo esta práctica un uso frecuente, hasta hace pocos años, en otros muchos sitios o pueblos de la provincia, que en algunos se conservan con deformaciones que dificultan apreciar su origen y su razón, y que es aquí, en San Vicente Arana, una expresión viva de folklore y de cómo se apreciaba desde la más remota antigüedad estas prácticas, tan en boga en el medio rural.

Buena prueba de ello es ese toque de campanas durante la noche de Santa Águeda o de San Juan, que proporcionaba a los mozos de San Vicente –y a otras muchas aldeas alavesas- unas azumbres de vino y unas monedas para festejar el día siguiente a la santa, y que el consejo pagaba. Seguro que contribuía con ello a evitar los maleficios de las tormentas durante el verano.
El agua de San Gregorio, y el ramo del Domingo de Ramos, rociado con agua bendecida del Sábado Santo, eran también parte central en el rito de conjuros contra las tormentas, plagas y enfermedades del campo y del ganado. A los que en San Vicente se les pasaba bajo la cabeza del propio San Gregorio traída para ello, desde su santuario de Sorlada, provincia de Navarra, en momentos de gran apuro, como fue en 1744, en esta maravillosa villa de San Vicente de Arana.
Hasta aquí, ha sido una copia.
Pero yo he oído cosas de Santa Teodosia que no están escritas y no sé si serán ciertas. Yo, lo dudo porque no están escritas. ¿Quién sabe lo que pasó antes de construirse la ermita actual? Yo oí decir a gente anciana que también ellos oyeron en su juventud a otros mayores, que cuando la ermita estaba en la Sierra de Entzia, en un estado ruinoso, se juntaron las autoridades de estos pueblos para tratar qué se hacía con la imagen de la santa, y no se ponían de acuerdo, porque decían que todos tenían derecho de llevar la santa a su propio pueblo, y los demás se enfurecían. Los que más querían llevársela eran los de Onraita, pero los de San Vicente se comprometieron a hacer una ermita nueva en el mismo puerto, pero en la sierra de Bitigarra. Hubo votación y ganaron y ganaron los de San Vicente. Así nadie se la llevó a su pueblo.
Estas cosas se vienen contando de generación en generación, desde siglos. Mas no son dogma de fe ¿no os parece?