El pobre y el rico
son dos personas.
El contribuyente
paga a los tres.
El trabajador
rinde por los cuatro.
El vago
come a los cinco.
El banquero
estafó a los seis.
El abogado, defiende a los siete.
El confesor, absuelve a los ocho.
El borracho, se ríe de los nueve.
El médico mata a los diez.
El enterrador sepulta a los once.
La seguridad social, se lleva el dinero de los doce.
El autónomo, cotiza por los trece.
Y Hacienda avinagra la sangre de los catorce.
son dos personas.
El contribuyente
paga a los tres.
El trabajador
rinde por los cuatro.
El vago
come a los cinco.
El banquero
estafó a los seis.
El abogado, defiende a los siete.
El confesor, absuelve a los ocho.
El borracho, se ríe de los nueve.
El médico mata a los diez.
El enterrador sepulta a los once.
La seguridad social, se lleva el dinero de los doce.
El autónomo, cotiza por los trece.
Y Hacienda avinagra la sangre de los catorce.
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