30 de noviembre de 2008

A la Hermandad de Donantes de Sangre



Soy un poeta ignorado.
quiero ver la luz del día
pues cuando estoy inspirado
yo puedo hacer poesías.

Y tengo algunas muy buenas
según mis admiradores,
en unas, cuento mis penas,
en otras, hablo de amores.

Hoy mis versos los dedico
a la hermandad de donantes
porque son lo mejorcito
-eso lo sabía de antes-.

Pues vosotros, compañeros,
dais vuestra sangre bendita
y no lo dais por dinero,
sólo a quien lo necesita.

Aunque éste sea un mendigo,
pudiente o adinerado,
si la necesita, digo,
es más que justificado.

Hoy quiero felicitaros
como la gran mayoría
y también quiero animaros
a seguir dando alegría.

Y os deseo con honores
muy felices navidades
porque sois merecedores
de inmensas felicidades.

No hay comentarios: