19 de noviembre de 2008

Pensamientos


No vayas a comulgar
con el corazón manchado
porque Cristo te dirá
apártate de mi lado.

Devolviendo bienes por agravios
negocian los hombres sabios.

El que dice la verdad
avergüenza al diablo.

El que devuelve bien por mal
clava al demonio un puñal.

Si uno devuelve mal por bien
no se alejará la desdicha de él.

Dios no nos quiere
porque seamos buenos
sino porque Él es bueno.

Lo presente dura tan poco
que ya es pasado cuando lo nombro.


Ojos que lo vieron
y nunca lo verán volver.

El hoy está aquí
el mañana ¿quién lo verá?


Sin cruz en el suelo
nadie va al cielo.

Más hace el que quiere
que el que puede.

Aprovecha bien el año
con ardiente y santo celo
sabiendo qué es un peldaño
que te acerca más al cielo.

La Pascua se va y se viene
se va se viene y se va,
y nosotros nos iremos
y no volveremos más.

La conciencia es a la vez
testigo, fiscal y juez.

Odia al delito
y compadece al delincuente.

El que para pobre está alistado
lo mismo es que corra
o que se esté sentado.

Donde está tu tesoro
allí está tu corazón.

El que dice la verdad
avergüenza al diablo.

Los hijos que no quieren seguir
los consejos paternales
corren en pos de todos los males.

Ninguno es onza de oro
para ayudar a todos.

Más sabe el viejo con su experiencia
que el joven con su ciencia.

Los años no pasan en balde
por eso la experiencia
es la madre de la ciencia.

Fácilmente, se piensa mal
de aquel a quien se le quiere mal.


El que cubre un delito
se gana una amistad.

La salud y la libertad
se valoran cuando se pierden.


Piensa el ladrón
que todos son de su opinión.


Entre santo y santo
Pared de cal y canto.

No hay crimen en el mundo
que se oculte
Aunque la tierra
todo lo sepulte.

El oro, que compra la salud,
nunca puede considerarse
mal empleado.

En los casos de duda
es mejor decir poco
que demasiado.


Los pecados contra el sexto
son siempre mortales.

Debemos acostumbrarnos
a decir y escuchar
sólo la verdad.

El que va descalzo
que no plante espinas.

El trabajo es el padre
de la gloria y la libertad.

Santa Teresa decía:
un santo triste es un triste santo.

Saludo.
Buenos días nos dé Dios.
Despedida.
Hasta mañana si Dios quiere.

Nadie es profeta en su tierra.

Amar a quien nos ama es de hombres.
Amar a quien no nos ama es de generosos.
Amar a quien nos odia es de cristianos.


Creo en la vida eterna, Señor,
pero ayúdame en la incredulidad.


Cuando una cosa sale mal
lo importante no es averiguar
quién tiene la culpa
sino quién va a solucionar los problemas.

Hay que comer para vivir
y no vivir para comer.

El vivir en gracia de Dios
hasta la muerte
se llama perseverancia final.

Dijo Jesús:
el que persevere hasta el fine
se se salvará.


A un señor que murió
le pusieron esta inscripción:
aquí yace quien os espera.

Más curioso es rechazar la injuria callando
que superarla respondiendo.

Cuando un lobo
se empeña en tener razón,
pobre cordero.

Muchas veces
fue mejor tolerar
que vengarse.

Pide a Dios
que bendiga tu trabajo
pero no esperes que él te lo haga.

No hay comentarios: