15 de noviembre de 2008

San Ignacio

Estaba San Ignacio, en misa, y a la hora de la consagración, le vino un mal pensamiento o tentación del demonio que le decía:
¿Cómo con la vida que llevas piensas resistir los 70 años que vas a vivir?

Entonces, conociendo que era el demonio el que tentaba, contestó:
¡Oh, miserable!, acaso ¿puedes tú prometer una hora de vida?
Así venció la tentación y quedó tranquilo.

No hay comentarios: