15 de noviembre de 2008

Por Favor


Por favor
tenga la amabilidad
de hablarme con dulzura
sin elevar la voz.

Y sin contrariarme
de ninguna manera.

La vida me ha enseñado
que el ruido
y la contradicción provocan
cambios bruscos.

De tensión y acidez gástrica,
y además,
trastornos cardiovasculares,
y además
yo me vuelvo rápidamente
muy desagradable.

Asociación
para la prevención
de la neurosis.

No hay comentarios: